Todo empezó, en diciembre de 2007, cuando tuve un problema renal, más conocida como una cistitis, es decir una infección urinaria, me puse muy mal, me hice tratar con una doctora la que me receto un tratamiento el cual cumplí al pie de la letra, pasaron los días y mejore muchísimo, después paso el tiempo y enflaquecí de golpe sin saber porque, seis meses más tarde me dio una infección intestinal, con la que enflaquecí mucho, también fui a un doctor el cual me trato, y lo mismo cumplí con el tratamiento, mejore un poco pero paso un mes y comenzó, a hincharme la parte de los ojos primero y después los pies, fui inmediatamente a mi seguro estudiantil, los cuales me atendieron haciéndome exámenes pasaba mas los días y me hinchaba peor mis ojos, la cara, las manos y ya no podía caminar y me sentía muy mal, en mi seguro social habían programado mi ecografía de riñones y vesícula, a mucho tiempo, ese día como es nuestro Señor hizo nacer en el corazón de mi mamá un impulso de llevarme lo más pronto posible a una ecografía particular y fui tome mucho liquido, pero ya no lo elimine en orina sino por la boca con sangre, el doctor que me realizo la ecografía determino que debía ir con emergencia al hospital, junto con mi mamá, fui a emergencias de mi seguro, no recibí inmediata atención como todo seguro me hicieron esperar bastante tiempo, me internaron, en el hospital y me vio un Urólogo, después un Nefrólogo el cual viéndome determino que debía entrar, inmediatamente a Hemodiálisis, permanecí tres semanas internada pero ya viviendo con Hemodiálisis y un catéter que me pusieron en la yugular, primero fue diario, y después día por medio y así, volví a mi casa pero como yo no entendía de esta enfermedad, pensaba que era algo pasajero que iba a pasar, en las noches oraba y le decía al Señor que me ayude a vencer esta enfermedad, tuve muchos sueños el primero fue muy fuerte soñé caer y que todo a mi alrededor se destruía y seguía cayendo muy profundo, sentí mucho miedo, paso dos semanas y en casa no me sentía muy bien, empezó una enfermedad en mi, llamada depresión, no quería aceptar que dependía de una maquina y las nutricionistas del hospital me dieron una lista de comidas, frutas, verduras que no podía comer, además de que si iba perdiendo poco a poco la orina debía disminuir mi ingesta de líquidos, primeramente no me sentía nada normal, tenía mucha hambre.
No pude dormir dos semanas seguidas tosía mucho y no se me pasaba la tos con ningún tratamiento, por lo que me internaron y me evaluaron, un neumólogo y un cardiólogo, cuando determinaron, que era un problema del corazón tenía el corazón dos veces del tamaño normal, porque retenía liquido, estuve internada más de dos meses y en el hospital sentí mucho dolor emocional, porque cada día me iba enterando mas sobre mi enfermedad sobre la Insuficiencia Renal Crónica, ya sabía que mis riñones ya no funcionaban y sin Hemodiálisis no podía seguir viva, lloraba mucho y no encontraba ningún consuelo más que en la biblia y en orar, una noche saliendo de hemodiálisis en mi habitación, me dormí llorando y en sueños me encontraba, en un lugar muy grande y buscaba entre muchas personas alguien que me ayude, alguien, que me diga algo y no lo hallaba, y desperté y me encontraba en el hospital, cuando en mi oído escuche una voz, que me dijo porque buscas si el que te va ayudar y sanar esta aquí contigo, supe que era el Señor que me dio una paz en mi corazón, y es por la cual tuve fuerzas de resistir, porque Jesús era mi consuelo en tanta tristeza, después de volver a mi casa mas recuperada y con tratamientos para ese padecimiento cardiaco, tuve episodios muy tristes en hemodiálisis, me intervinieron quirúrgicamente, para colocar una fistula en mis brazos, la cual fallaron dos veces y particularmente la tercera operación dio resultado fue un milagro, porque si esa operación no funcionaba me debían poner un catéter en la yugular permanentemente, pero con la fistula iba a llevar una mejor calidad de vida en Hemodiálisis porque podría bañarme sola y no tendría el catéter que era tan doloroso e incomodo.
Así pasaron dos años de estar en Hemodiálisis, con muchas complicaciones, pero pudiendo superarlas y asistiendo sin faltar a ninguna sesión el Señor jamás me hizo faltar medicamentos ni atención de buena calidad en hemodiálisis, pase por muchas crisis debido a falta de sangre, hubo ocasiones que casi fallecí en maquinas, aprendí a sobrellevar y vivir con mi enfermedad, me acostumbre a no comer muchas cosas a no tomar líquidos, y a pesar de todo el Señor siempre ponía felicidad en mi corazón y me consolaba diciéndome a diario.” No solo de pan vive el hombre sino de toda palabra de Dios. Lc 4.4”, al leer ese versículo sabía que no debía llorar , si no podía comer las comidas que me gustaban, y que tampoco debía llorar porque ya no tenía fuerzas para pasar una clase en la universidad o porque ya no era una joven normal estaba muy flaquita con 36 kilos de peso, al final eso era material, Jesús me dio consuelo para seguir con mas fuerzas, y junto con mi familia decidimos reunir dinero para el trasplante que necesitaba mi hermano mayor, sin ningún interés de por medio y con tanto desprendimiento decidió darme su riñón, nos pusimos en campaña, solicitando ayuda por internet, también solicite ayuda a compañeros de mi colegio mediante el facebook , fue un gran paso ya que recibimos, muchísima ayuda y lo que más me sorprendió es que desinteresadamente, el grupo Imaña que son familiares lejanos de mi familia respondieron a mi ayuda la cual fue multiplicándose, y ellos ni siquiera me conocían en persona solamente por internet y fotografías, cualquiera puede dudar pensando que se trata de una farsa para sacar dinero, pero yo se que Dios puso en el corazón de cada uno de ellos un sentimiento de ayuda, porque sabían cómo estaba sufriendo, y también mis compañeros de colegio y mucha gente buena que no solo me ayudo con dinero sino con palabras de apoyo, así es como ya tuve dinero para realizar un examen de compatibilidad con mis hermanos mayores Daniel y Joel y también con mi papa los exámenes costaron muy caros, pero el dinero aparecía, era el milagro que el Señor estaba manifestando en mi vida hasta que salió todos los resultados tenia a mis dos hermanos para que me donen el riñón , pero valientemente se ofreció Daniel porque mi familia fue la que más me vio sufrir, y estuvieron a mi lado, en todo momento, la operación tenía que hacérmela en la ciudad de Cochabamba Bolivia que por carretera está a seis horas desde la ciudad de La Paz y por vía aérea, queda a media hora, mis hermanos fueron a conseguir un ambiente para que yo este antes de la operación, encontramos y finalmente viajamos y es así como se fueron dando las cosas, en Cochabamba nos recibieron muy bien , continuaba mis sesiones de hemodiálisis allá y con muchos laboratorios antes de la operación, conocí muy buenos doctores, los cuales me revisaron, había momentos muy difíciles ya que, estar lejos de todo e ir a una ciudad distinta no es fácil, hasta que se programo la fecha de mi operación y fue el 09 de septiembre de 2010, para fue el día en que el Señor me regalo nuevamente salud y me permito seguir aquí con vida, todo salió bien el riñón de mi hermano funciono en cuanto lo implantaron fue un milagro, y hasta el día de hoy está muy bien y empecé a tomar liquido no lo podía creer, era como un sueño, empecé a consumir alimentos que ya había olvidado cómo eran de sabor, a ojos de muchas personas esto parece algo normal en nuestro medio ya que se hacen muchísimas operaciones exitosas de este tipo, pero para mí fue un verdadero milagro porque yo no contaba con los recursos económicos para someterme a esta cirugía, pero el abrió puertas para que todo se fuera dando, como un rompecabezas el ya sabe todo lo que vamos a pasar, pero nos da las piezas de una en una para que armemos el rompecabezas de nuestra vida, con esta experiencia aprendí muchas cosas, que debo tener como mi principal prioridad al Señor sobre todas las cosas, a saber valorar a mi familia, agradecer por cada alimento que tenemos en casa, agradecer el poder tomar líquidos, y no ser indiferente al dolor de los demás, porque muchas personas están sufriendo mucho y nosotros a veces solo pensamos en nosotros, nos quejamos de no tener dinero de no tener cosas materiales, cuando lo más valioso es tener a Jesús porque él sabe de nuestras necesidades y en qué momento dárnoslas, este es un testimonio de un milagro que Dios hizo en mi vida
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