El Nuevo Testamento es la parte de la Biblia cristiana compuesta por un conjunto de libros escritos después del nacimiento de Jesús de Nazaret. Al contrario del Antiguo Testamento, los cristianos no tienen esta parte de la Biblia en común con los judíos, a excepcion de los judios mesianicos.
Comprende los cuatro Evangelios canónicos, los Hechos de los apóstoles, las epístolas de Pablo de Tarso, siete epístolas de diversa atribución y el Apocalipsis, como se puede observar en el esquema que se encuentra a continuación.Posee en total,27 libros en el canon de la Iglesia Católica Romana, aceptado por la mayoría de las Iglesias de la Reforma. La Iglesia Siria sólo acepta 22 libros en su canon. Libros como 1 y 2 de Clemente, el libro de la Alianza, el Octateuco y otros, han sido motivo de disputas, y se encuentran canonizados por parte de otras iglesias Católicas Ortodoxas.
La composición del Nuevo Testamento se fijó poco a poco en los primeros siglos de la nueva religión. La lista más antigua se redactó en el año 170 ,la primera lista actual fue publicada por Atanasio de Alejandría en 370 y consagrada como en el Tercer Concilio de Cartago de 397. Las disputas sobre la composición no cesaron por ello. Martín Lutero cuestionó la pertinencia de incluir la Epístola de Santiago, la Epístola de Judas, la Epístola a los Hebreos y el Apocalipsis de Juan o Libro de la Revelación; aunque finalmente, a diferencia de los deuterocanónicos del Antiguo Testamento, no fueron nunca rechazados. Sin embargo, la canonización de 2 Pedro, 2 Juan, 3 Juan, Santiago y Judas, así como de Hebreos y Apocalipsis, sigue siendo tema de controversia actualmente.
Las versiones más antiguas de textos del Nuevo Testamento que se conservan están escritas en el griego denominado koiné, la lingua franca en el Mediterráneo Oriental en época romana. La mayoría de los especialistas cree que éste fue el idioma en que originalmente se redactaron, aunque algunos libros puedan haberse escrito primero en idioma hebreo o arameo, la lengua semita hablada por Jesús y su entorno. Sin embargo, no existen manuscritos antiguos del Nuevo Testamento escritos en hebreo ni tampoco en arameo.
Las versiones más antiguas de textos del Nuevo Testamento que se conservan están escritas en el griego denominado koiné, la lingua franca en el Mediterráneo Oriental en época romana. La mayoría de los especialistas cree que éste fue el idioma en que originalmente se redactaron, aunque algunos libros puedan haberse escrito primero en idioma hebreo o arameo, la lengua semita hablada por Jesús y su entorno. Sin embargo, no existen manuscritos antiguos del Nuevo Testamento escritos en hebreo ni tampoco en arameo.
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