1Hermanos míos, no hace falta que yo les escriba acerca del momento exacto en que todo esto ocurrirá.2Ustedes saben muy bien que el Señor regresará en el día menos esperado, como un ladrón en la noche.3Cuando la gente diga: "Todo está tranquilo y no hay por qué tener miedo", entonces todo será destruido de repente. Nadie podrá escapar, pues sucederá en el momento menos esperado, como cuando le vienen los dolores a una mujer embarazada. ¡No podrán escapar!4Pero ustedes, hermanos, no viven en la ignorancia, así que el regreso del Señor no los sorprenderá como un ladrón en la noche.5Todos ustedes confían en el Señor, y eso es como vivir a plena luz del día y no en la oscuridad.6Por eso, debemos mantenernos alerta, viviendo correctamente, y no tan despreocupados como viven algunos.7Los que no se preocupan por el regreso del Señor y viven pecando y emborrachándose, están viviendo en la oscuridad.8Pero nosotros no vivimos en la oscuridad, sino en la luz. Por eso debemos mantenernos alerta, y confiar en Dios y amar a toda persona. ¡Nuestra confianza y nuestro amor nos pueden proteger del pecado como una armadura! Y si no dudamos nunca de nuestra salvación, esa seguridad nos protegerá como un casco.9Porque Dios no nos ha llamado para castigarnos, sino para que recibamos la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.10Porque Jesucristo murió por nosotros para que podamos vivir con él, ya sea que estemos vivos o muertos cuando él vuelva.11Por eso, anímense los unos a los otros, y ayúdense a fortalecer su vida cristiana, como ya lo están haciendo.
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